viernes, 25 de mayo de 2012

CUERPO

Como puede resultar evidente
para el entendimiento
del que quiere ser humano
no existe en este mundo
ni en el otro 
un cielo sobre la tierra
al que asciendan
los espíritus buenos,
ni los infiernos están
bajo la mierda que arrojamos
hirviendo en su sangre
a los malditos condenados.

En este mundo efímero,
el alma es una fuerza límite,
es una chispa de luz,      
es un momento fugaz,
es un grito desesperado.
El alma está sola
y sufre su breve existencia,
por ello debe cuidar al cuerpo
que siempre se quiere ir
de muchas maneras
imaginables,
para nunca más retornar. 









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