martes, 28 de diciembre de 2010

Purgencia


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Purgo mi ser en tu sangre
diminuto
como aliento de mariposa
nocturna
hurgo en silencio tu tierra
húmeda
después de la lluvia
efímera
obro tardíamente tu cuerpo
sembrando
memorias desentendidas
abriendo
el largo destierro a casa
inerte
como una roca viva
desnudo
otra vez avergonzado
muerto
otra vez perdido
pago
y me incorporo del absurdo
vuelvo
a dejar que me agobie la vereda
huyo
al mí mismo y sin protesta
ahogo
el aire en palabras huecas
yo
soy otra vez yo mismo
eterno
hombre desmujerado y anodino
humano
en búsqueda de humanidad que
desanda
el sendero de pétalos y
coge
la lluvia entre sus ojos
nadie
en casa va a esperar
nadie
y él tampoco es alguno.

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