De noche mi calle es gris
como la espera que recojo
de tu ausencia;
de tu ausencia;
se miran todas las penas,
se sienten todos los gritos.
De noche, la lluvia que lava mi tristeza
se parece mucho a tu recuerdo
ahogado en medio del mórbido bullicio
que arrojó tu vida a un vacío inasible.
Sentado en medio de la pista,
invariablemente, espero a diario
que me recoja tu sangre aún fresca
y que me lleve contigo
al cielo donde van los atropellados
Voy como el polvo pegado al sudor
que en medio de la nada se desprende
y ya no soy de nadie.
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