viernes, 16 de marzo de 2012

POETA

Poeta, hoy celebramos tus 120 años y estás cada día más vivo entre nosotros.














La otra noche que fue la última en la que tuve un sueño, miraba desde una banca estrecha en un parque ignoto la figura silente de alguien parecido a César Vallejo. 


Entonces quise asomarme a su mundo triste y alegre diciendo “Señor Vallejo, ¿me permite usted acompañar su vigilia?”

De pronto en la noche yo era esa sombra inerte y nadie me miraba y la tristeza del hombre torno en singular alegría, porque a pesar del dolor que se empozaba en la mirada, en la piel asomaba el deseo de vivir y decir buenos días, aquí estoy, soy poeta y me gusta cantarle a la vida.

En medio de la bruma que lo encubría todo, confundiéndolo, el poeta se puso de pie y abandonó la escena, quedándome yo con su gesto y su fotografía, algo de su palabra, algo de su sentimiento y un largo río de hojas impregnadas de agonía.

Hoy, desprovisto ya de la ensoñación rendida, como casi todos los que se quieren llamar poetas, cuando decido hacer poesía, cuando intento hacer poesía; cuando no hay manera de decir algo sino con poesía, soy un poco Vallejo (y soy también un poco Arguedas, un poco Nietzsche y un poco Whitman)


Aunque nadie lo sepa, aunque nadie lo lea, aunque no haya un aunque, un por qué, ni un después, ni siquiera una banca de madera en medio de la bruma. Sólo la vida, sólo yo.... y Vallejo sonriendo entre líneas. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario